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Tarta Campanilla

Después de unos días de parón, desorganización, vuelta al cole y demás, vamos a inaugurar septiembre con una celebración familiar. A cierta edad pasa el tiempo volando y es que mi nena mayor cumple seis añitos y ha elegido a campanilla para decorar su tarta, así es como quedó.




El bizcocho lo eligió de chocolate y el frosting una buttercream de merengue suizo de vainilla y canela. Un conjunto delicioso. 



Bizcocho de chocolate (20 cm x 8cm de alto) 
  • 205 gr de aceite de oliva suave
  • 350 gr de azúcar integral de caña
  • 4 huevos grandes (en mi caso 5 de corral pequeños)
  • 250 ml de buttermilk (240 ml de leche con 15ml de vinagre)
  • 260 gr de harina normal
  • 125 gr de chocolate negro derretido
  • 40 gr de cacao en polvo desgrasado y sin azúcar
  • 2 tsp de vainilla (cucharaditas)
  • 1 tsp de café en polvo (descafeinado)
  • 1 tsp de bicarbonato
  • 1/4 de tsp de levadura en polvo
  • 1/4 de tsp de sal
  1. Precalentamos el horno a 180º, en mi caso a 170º, que calienta mucho y los bizcochos de chocolate se queman más facilmente, sobre todo si necesitan mucho tiempo para hacerse como es el caso.
  2. Tamizamos los ingredientes secos, harina, levadura, bicarbonato y cacao.
  3. Fundimos el chocolate y dejamos templar.
  4. Preparamos el buttermilk o suero de leche, mezclando leche a temperatura ambiente con el vinagre, a poder ser de manzana. Lo que ocurre es que se corta y adquirere un olor fuerte y ya la tenemos lista.
  5. Batimos los huevos con el azúcar a velocidad máxima hasta que blanqueen  y aumenten de tamaño.
  6. A partir de ahora batiremos a la velocidad mínima posible, incorporamos el aceite en forma de hilillo y a continuación la vainilla.
  7. Igualmente hacemos con el chocolate fundido y templado.
  8. Mezclamos todos los ingredientes secos, es decir los tamizados con la sal y el café.
  9. Por último vamos añadiendo 1/3 de los ingredientes secos alternando con la mitad de la buttermilk así hasta terminar. Integrando suavemente con una espátula de madera o varilla manual.
  10. Ya solo nos queda verter la masa en nuestro molde bien engrasado y encamisado.
  11. Horneamos durante 1h y 15' ( en el caso de un solo molde alto, si utilizáis varios moldes más bajos, tipo layer cake, se harán en mucho menos tiempo, una media hora o así). Es importante vigilar el bizcocho y no abrir la puerta del horno hasta que haya pasado más de la mitad del tiempo de horneado sino se puede desinflar.
  12. Sacamos del horno, dejamos enfriar un poco antes de desmoldar.





SMBC de vainilla y canela
  • 250 gr de claras pasteurizadas (y nos quitamos de líos)
  • 450 gr de azúcar blanco
  • 500 gr de mantequilla
  • 1 cucharada sopera de pasta de vainilla
  • 1 cucharadita de canela en polvo
  1. Ponemos las claras en un cazo a fuego medio bajo con el azúcar, removemos hasta que se disuelva el azúcar y retiramos.
  2. Batimos las claras a velocidad máxima hasta que se monte el merengue, aproximadamente 10'.
  3. Una vez montado el merengue y que se haya enfriado, cambiamos las varillas de nuestro robot por la pala y a velocidad mínima vamos añadiendo trocitos de mantequilla blanda hasta completar la cantidad. Pasados unos minutos la mezcla se vuelve muy fluida y parece que se ha estropeado, pero si se sigue batiendo pasados unos minutos más empieza a coger cuerpo, esponjosidad y estará lista. 
  4. Por último añadimos la vainilla y la canela, integramos y lista para usar.
Con esta cantidad sobra para rellenar, cubrir y decorar una tarta de cuatro capas de bizcocho y de 20 cm de diámetro.




Casi se me olvida, para mejorar aun más si cabe el conjunto, puse una capita fina de mermelada de fresas sobre cada bizcocho excepto el de arriba. 

Para decorarla hice a Campanilla en 2D con fondant, guiándome de una imagen adaptada al tamaño de la tarta. Unas flores de distinta forma y tamaño completan la tarta.

La tarta estaba extrajugosa, deliciosamente suave la crema e intenso sabor a  chocolate del bizcocho, las lágrimas se nos caían a más de uno.   




Que gustazo da cuando la gente disfruta comiendo estas tartas que,  tanto trabajo, esmero y cariño has invertido al hacerlas. Mi niña feliz, todos disfrutando y yo más contenta que una perdiz.


Ya sabéis, como lo hecho en casa, no hay nada, solo hay que dedicarle un poquito de tiempo y a disfrutar.

Feliz semana y comienzo de curso,






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